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jueves, 4 de enero de 2018

SOLO 📖


«Voy directamente a la casa familiar y llamo. Una jovencita casi adulta acude a abrir la puerta. Aún tengo la sensación de que su rostro, sus ojos, su largo cabello, su pecho redondeado, su esbelta figura… que todo ello, en aquel abrir y cerrar de ojos, en aquella única apertura, se grabó en mi mente como en la placa de un fotógrafo.
¡Oh, buenos días! exclama y me tiende alegre su mano. Tengo la necesidad de convencerme a mí mismo de que la diferencia de edad no es, después de todo, tan grande. Como mucho quince años, calculo al instante mientras la sigo hasta el salón. Se gira en la puerta y me dirige una mirada. Es como si esos gestos y movimientos se produjeran en mí, y mi sangre sacuden. Me enamoro de ella al instante. Con el sentimiento tenaz de un hombre maduro que lo ha experimentado todo, quedo prendando de ella. En ella parece existir todo lo que antes, en vano, he buscado. No puedo definir mi afecto. Simplemente, es como es. Ha penetrado en mi sangre al primer trago, como un vino poderoso, en cada glóbulo y vena, rejuveneciendo y brindando fuerza.»



[#lecturasquesuman: Lecturas de 12, es decir, las que te invitan a subrayarlas con un lápiz.]