.

miércoles, 30 de marzo de 2016

SPRING

Una foto para el último miércoles del mes.
Un abrazo a tod@s.
© Alberto Fil

martes, 15 de marzo de 2016

¿QUIÉNES ERAN?

Canadá es uno de esos países que como más conoces más debilidad sientes por ellos. Lo mío y Alberto por Canadá es auténtica debilidad. En Canadá tiras de un hilo y una cosa te lleva a la otra, en un no parar. Explorar el país y conocer su historia se convierte en algo apasionante que a todas luces está lejos de tener fin, cuestión ésa, ―la de no acabarse, la de no tener fin―, que a nosotros nos fascina. Canadá tiene infinitas historias por contar para una viajera y contadora de historias como yo. Y en este momento traigo a SOME VELVET MORNING de las tantísimas historias que cada día me aporta esta aventura, algo muy concreto y que es el descubrimiento del archivo fotográfico de Canadá. En él hemos hallado auténticas maravillas. Tesoros que han hecho deleitarse al fotógrafo y a la contadora de historias. Al fotógrafo por todo lo que supone encontrarse con una cantidad de magníficas fotografías que retratan no ya otras épocas, sino también muestran la agudeza de aquellos que las realizaron, que supieron captar al disparar la cámara momentos únicos en los cuales la persona estaba muy por encima del entorno; en cuanto, a la contadora de historias delante de ese material no puede, ni pude, ni puedo, ni podré dejar de maravillarme ante las preguntas que me asaltan: ¿Qué anhelos, ilusiones, decepciones hay detrás de esos rostros? ¿Cuánta esperanza y lucha había en la construcción del Nuevo Mundo? ¿Cuántas ganas?

Adquirimos unas copias para llevárnoslas con nosotros y aquí reproduzco un par para que os hagáis una idea. No sé si a vosotros al verlas también os asaltara la pregunta que al directo y certero ojo del fotógrafo y a la apasionada contadora de historias les asaltó desde un primer momento: «¿Quiénes eran?»

La primera fotografía que a mí personalmente me parece colosal, como de una rotunda sinceridad me parece la segunda, data de 1897 y está realizada en una estación de la Canadian Pacific Railway en la Columbia Británica. Y la segunda fotografía data de 1890 y está hecha en Vancouver. He escogido fotografías de la Columbia Británica porque justamente es la parte de Canadá en la que ahora nos encontramos.

Espero que os gusten tanto como a nosotros.




Besos y abrazos a tod@s.
María Aixa Sanz 

lunes, 14 de marzo de 2016

PALABRAS

serenidad dádiva vacío ocasión nadie esperanza amor río olor radio oxígeno valor necesidad don nieve estar romance electricidad duna alguna alma antes silencio otro ortiga gato todavía atribuir irse senil lágrima mañana semilla llave vez zurrón nido dolor rojo joven vendaval valiente tener beso camino nogal galgo gota tabaco comer mercurio ortodoxo ola lazo océano onírico concha chaparrón ron neutro trozo zona nariz atmósfera feliz encuentro niño niña abuelo nieto flor gorda menester tejer limpio aire reír llorar desamor mortal talud ilusión sueño noche madrugada amanecer cielo azul mar flotar salud voz oído color caricia suave amarga correr disfrutar arañar rozar papel lápiz cuento libro alacena síncope música tolerar vivir perro rizo risa lluvia sol abrigo paraguas helicóptero barca geranio espliego polen primavera calma espacio libertad posible tragaluz siempreviva corazón ...


Palabras: tan vivas siempre.
Besos y abrazos a tod@s.

sábado, 12 de marzo de 2016

LABERINTOS DE PAPEL


Siento un amor especial por las papelerías desde mi infancia. Recuerdo como en aquel entonces, ―en aquellos días en que sólo podías comprar si ibas a una tienda física―, recorría con frecuencia diaria (sí, no exagero) los pasillos de alguna y revisaba sus anaqueles comprobando como todo permanecía extrañamente en su lugar, de la misma forma como comprobaba y hacía inventario de las novedades que iban incorporado. Me emocionaba con las novedades. Soñaba con comprar todo lo que contenían aquellos laberintos de papel. Ahorraba dinero y pensaba durante días cuál de aquellas maravillas era la idónea para que se viniese conmigo a casa. Miraba embelesada los lápices de minas de diferente grosor, los bolígrafos, los rotuladores de colores, las lupas, los pisapapeles, los sujetalibros, los plumiers, los estuches, y sobre todo los cuadernos de diferentes tamaños y diferentes tapas. Tapas con dibujos, tapas de cartón y color cartón, tapas de hule, tapas de tela. Como aquel que compré de tapa de tela de lino de color morado que se convirtió en un cuaderno mágico. He paseado durante años por los pasillos de papelerías pequeñas y por las de los grandes almacenes, contemplando el material, hechizada por los colores, texturas y tamaños de sus productos, sin cansarme. Todavía lo hago. Está claro que me atraen como un imán. Una vez dentro, jamás he podido dejar de hacerme la misma pregunta: ¿Cuántas cosas se pueden escribir y contar, y cuántas dibujar y pintar con todos los cachivaches que hay en ellas? La respuesta siempre es la misma: infinitas. Recuerdo como si fuese ayer la papelería en la que me compré el cuaderno de tapas de lino morado y páginas grises que he mencionado antes, recuerdo su largo mostrador de madera, sus expositores, hasta el viejo hombre que despachaba. La papelería ya no existe, el cuaderno sí. Escribí en él durante mucho tiempo. Escribí deseos, canciones y algún cuento. Si unas líneas atrás lo he llamado cuaderno mágico es porque los deseos que escribí en él, con los años y uno detrás de otro se hicieron realidad. Y no eran deseos pusilánimes, ―si es que los hay―. Eran deseos en mayúscula, osados, valientes, atrevidos incluso con cierto empaque. Me atraía tanto escribir en él al finalizar el día, como miedo me daban las cabinas telefónicas de puertas plegables. Siempre fui una niña que renovaba mis ilusiones con cada salida de sol, que escribía y dibujaba en cuadernos, y que iba por las calles tarareando canciones por lo bajini. Y con sinceridad creo que no he cambiado tanto.


Besos y abrazos a tod@s.
María Aixa Sanz.

jueves, 10 de marzo de 2016

UN MUNDO EN UNA PÁGINA



A veces hay páginas de novelas que esconden todo un mundo.
Esta exactamente pertenece a LA HISTORIA DEL AMOR.

Besos y abrazos a tod@s.
María Aixa Sanz.

miércoles, 9 de marzo de 2016

EL ARTE SE ELEVA ANTE TI

Todo viajero sabe que en su equipaje por muy ligero que sea debe llevar algún que otro libro, si es de bolsillo mucho mejor por aquello del peso. Estos días mientras exploro la parte oeste de Canadá en una de esas estaba leyendo una novela que aún no había tenido el placer de leer. ¿Y qué ocurrió? Pues que por sorpresa me encontré con un pasaje que me golpeó y me zarandeó por alguna razón oculta. ¿Cuándo ocurre eso? Cuando el arte se eleva ante ti. Cuando una novela, un cuento, un poema, un cuadro, una escultura, te zarandea es cuando eres consciente de que estás ante una obra de arte. Pues no entiendo el arte de otra forma que no sea esa. El arte si no te remueve por dentro, si no te zarandea, si no te golpea no es arte; solo es entretenimiento. 


Besos y abrazos a tod@s.
María Aixa Sanz.