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jueves, 26 de mayo de 2016

TIME OUT

Una foto para el último jueves del mes.
Un abrazo a tod@s.
© Alberto Fil

Otro verdadero sueño que se cumple. #sensacionesúnicas #viviresincreíble


NORMAS DE CORTESÍA


NORMAS DE CORTESÍA del bostoniano Amor Towles es una de las novelas preferidas de Alberto. Fue él quien me la dio a conocer y me gustó lo suficiente para releerla y tenerla también entre mis favoritas. Entre las muchísimas cosas que compartimos como pareja una es el cariño por esta novela. Nos parece una obra impecable, en la que hemos recaído varias veces. Formando parte ya de nuestro tejido, es decir, del tejido de las millones de pequeñas cosas y complicidades de las que están hechas las parejas, de ese mundo tan privado y exclusivo, sólo reconocible por los dos que lo forman. En NORMAS DE CORTESÍA hay algo más allá de la novela en sí que nos fascina, y es el hecho de cómo el autor plasma la forma tan concreta de encarar la vida que tiene la protagonista, donde no cabe la traición a sí misma. Eso nos cautivo a los dos. 
Katey Kontent, ―la protagonista de la novela―, es una mujer neoyorkina de clase obrera que intenta ascender o vivir mejor de lo que el destino le deparaba de cuna. La resolución de Katey Kontent; su pragmatismo; lo fascinante de su manera de ser; las descripciones del Manhattan de finales de los años treinta; su amor por la lectura; y el ritmo, encuentros y desencuentros que pueblan la novela entre barrios obreros, jazz, glamour, hoteles, chóferes con levita, y unas ciertas ganas de vivir locas, como si cada día fuese el último, como si nada importase demasiado, hacen creedme de NORMAS DE CORTESÍA una novela exquisita.
Ahora he pensado en traerla a SOME VELVET MORNING, como recomendación por si ya estáis elaborando la lista de libros a leer este verano. Os dejo aquí el enlace a las primeras páginas de la novela, que también podéis encontrar en edición de bolsillo. Si decidís leerla, espero que os guste tanto como a nosotros. 


Besos y abrazos a tod@s. 
María Aixa Sanz

martes, 24 de mayo de 2016

Contigo aprendí que lo mejor está siempre por llegar. #regalodelcielo


I’VE GOT YOU UNDER MY SKIN

Una vez, muchos años después de que  en 1957 aparentemente Frank Sinatra y Ava Gardner dieran por finiquitada su relación; cuando a Frank Sinatra en una entrevista le preguntaron por Ava, contestó que a Ava la tenía bajo su piel. Literalmente respondió: «I’ve got you under my skin.» Aparentemente habían roto su unión pero no era así, porque la de ellos era una relación de esas que nunca acaban de romperse. Es más, Ava que residía en Londres, sabía algo diariamente de Frank, puesto que él la llamaba por teléfono desde Nueva York, Los Ángeles o Las Vegas todos los días a las ocho de la tarde, ―hora londinense―, para hablar largamente con ella. Lo hizo hasta que Ava murió en 1990. Ese es el final de una historia de dos que aun viviendo separados, no podían vivir el uno sin el otro. De esa historia, yo me quiero quedar para extrapolarla con esa grandísima y contundente expresión: I’ve got you under my skin; y me quedo ahí pues es ahí donde van a parar, donde se quedan a vivir aquellas personas que lo han sido todo en nuestra vida y que ya no están con nosotros de manera física, esas personas que se merecen el adjetivo de trascendentales, esas personas sin las cuales no seriamos quienes somos, esas personas a las que siempre les estaremos agradecidos, a las que no se les olvida, a las que siempre vamos a querer. Cada uno de nosotros si hace un ejercicio de introspección, y mira en su interior, exactamente debajo de su piel sabe el nombre y apellidos de ese familiar, de ese amigo, de ese amante, de ese abuelo, de ese hermano, en definitiva, de ese ser. Uno, podría pensar que esa persona tan especial ha ido a parar a la parte del cerebro donde se guardan los mejores recuerdos, o al rincón del corazón donde va a parar lo importante de la vida, pero no, lo realmente valioso e imprescindible, lo que realmente ha formado parte de nuestra historia vital como seres humanos, va justamente a parar debajo de la piel. Por eso cuando te acaricias la parte interna de los brazos te devuelven un cosquilleo que te hace sonreír, ese cosquilleo que te recorre es para recordarte que jamás vas a estar solo, que ese alguien siempre estará contigo; y ese alguien, por supuesto, también vive debajo de la piel de los párpados, en la parte de atrás, por eso cuando los cierras ves con una nitidez absoluta la belleza serena de ese ser. 
Nadie más en el mundo, salvo nosotros, sabe quién es, por eso solo a ese ser, solo a él y a nadie más, le podemos decir, además de otras muchas cosas: «I’ve got you under my skin.» «Te tengo bajo mi piel.»  Y con eso queda dicho todo.


Besos y abrazos a tod@s.
María Aixa Sanz

Y SI HABLAMOS DE SUEÑOS


Me gusta diferenciar los sueños a secas o de relleno como yo los llamo, de los sueños verdaderos. Si te detienes a pensar un momento entre la diferencia entre unos y otros compruebas que es bastante grande. ¿Vosotros qué creéis? Ahora os expongo mi opinión y luego cada uno de vosotros que saque sus propias conclusiones. Al fin y al cabo, en SOME VELVET MORNING nos da bastante por reflexionar. De modo que hoy he pensando en hablar de los sueños. Los sueños a secas o de relleno son esos sueños que son más utopía que realidad; son esos sueños que se deslizan cuando estamos despiertos e imaginas por ejemplo: qué harías si te tocase una cantidad exorbitante de euros en la lotería; o cómo sería pertenecer a la familia Grimaldi y ser princesa por un día en Mónaco; o tener una inmensa playa para ti solo; es decir, para mí esa clase de sueños son sueños para pasar el rato, porque por mucho que te distraigan una parte de ti es totalmente consciente de que no se van a cumplir jamás y la probabilidad de que se materialicen es tan remota que te entra la risa al pensarlo. Creo que los sueños a secas o de relleno son sueños de sala de espera que se utilizan para matar el tiempo o como tubo de escape. Eso es todo. Luego está la vida, que siempre se impone, con sus sueños verdaderos, que son aquellos en que uno pone toda su energía, voluntad, empeño, trabajo, esfuerzo y todas sus ganas para que se hagan realidad, por ello acaban cumpliéndose, a diferencia de los otros. Creo que cuando tienes un sueño verdadero el destino pone los instrumentos en tus manos para que tú acabes convirtiendo el sueño en una realidad. Ya que los sueños verdaderos necesitan mucho de ti. El destino te pone a prueba, y hace que veas con tus propios ojos si tu sueño era verdadero o no. Si estabas de broma o no. Si ibas en serio o no. Tú eres quien responde a esa cuestión. A riesgo de repetirme, vuelvo a decirlo: creo que los sueños si no son realmente verdaderos no se cumplen. Porque creo en lo verdadero, y pienso que lo que no es verdadero acaba evaporándose, acaba más pronto que tarde destapándose como una farsa. Como pasa con el amor, el amor verdadero es el que dura, el amor verdadero es el que los dos crecen juntos a la par cogidos de la mano con un mismo objetivo, con una misma forma de entender la vida. Lo que no es verdadero es como el relleno que va dentro de las cajas para que el objeto real no se rompa. De ahí el nombre que le pongo yo a los sueños que no son, y al amor que no es. Sí, con relleno me refiero al clásico plástico de burbujas de embalar. Y ya se sabe qué pasa con las burbujas; cuando explotan ya no sirven para nada. Pues eso… Deseo que vuestra vida esté plagada de verdad.


Besos y abrazos a tod@s.
María Aixa Sanz

LA SOLIDEZ DE LA ARMONÍA


Hablando con unos amigos de esos con los que da gusto conversar, puesto que las conversaciones tienen un poso y un argumento, y la conversación es cambio de impresiones, diálogo y no monólogo; fuimos a parar como el explorador que emprende una andanza por el valle de lo desconocido: al territorio de la infancia. Brotó de mí, tras escucharlos―, un pensamiento que afloró y solté sin pasarlo por ningún filtro, aunque seguidamente al desarrollarlo, comprobé que en él residía una gran verdad, y todos ellos, sin excepción, acabaron opinando lo mismo que yo.
Mi reflexión fue la siguiente: El niño que se forma y se cría en armonía con su realidad, con su entorno, con el lugar donde crece; de adulto, busca siempre vivir con esa misma armonía. De igual forma que el niño que crece anhelando el entorno en el que vive uno de sus amiguitos, de adulto hará todo lo que esté en su mano para vivir tal como vivía su amiguito y si no consigue materializarlo, simulará vivir en ese entorno mediante “un quiero y no puedo”. Pero siempre, siempre, durante toda su vida, el niño que no ha crecido en armonía con su entorno, sentirá esa carencia; por el contrario, el niño que sí que ha vivido armónicamente poseerá siempre la seguridad que le otorga saber de dónde viene, es decir, siempre tendrá los pies en el suelo, disfrutando de unos valores de raíz profunda que jamás le permitirán desorientarse, puesto que si algo trasmite haber crecido en armonía con el entorno es solidez.
Yo, personalmente tuve una infancia feliz en Caótica, vivía contenta y en armonía rodeada de la madre Tierra; descalza y libre; descubriendo cada día pequeñas cosas que resultaban ser todo un mundo; paladeando la aventura a cada hora; escuchando sólo el ruido del silencio o del discurrir del agua o del efecto Doppler; abrasándome bajo el Rey Sol; saboreando el salitre; buscando tesoros; inventado juegos; adorando la compañía salvaje de la mar; divirtiéndome recorriendo los caminitos que dibujaban las hormigas; escribiendo cuentos que sucedían en las ramas de los árboles; comiendo de lo recolectado, cazado o pescado; preguntándome el por qué de toda aquella vida maravillosa que tenía lugar aun a pesar de nuestra presencia; contando cuántos segundos pasaban entre el rayo y el trueno; encendiendo cabos de vela cuando se ocultaba el sol; y jamás he ambicionado otra cosa que no fuese reproducir ese modo de vida del que se nutre la mujer que soy hoy. Y, sé que mientras esté en mi mano seguiré caminando descalza, rodeada de naturaleza, despertándome con el trino de los pájaros, y durmiéndome escuchando el valioso silencio del desierto, de las dunas, de la estepa, de la llanura o de las montañas. Y si algo añoro es no sentir más a menudo dentro de mí el efecto Doppler. A veces, me encuentro a mí misma apretando fuertemente los párpados, intentando con los ojos cerrados que nada de lo que allí tuvo lugar se me olvide; por ello y para ello, para dejar constancia como si de una muesca en la historia de la humanidad se tratase, escribí la novela CAÓTICA, para archivar en ella todo lo vivido. Por suerte, encontré hace muchos años ya, a un compañero de vida de principios sólidos cuya forma de entender la vida y de estar en el mundo es similar a la mía. Un hombre cuya autenticidad, curiosidad, honradez e integridad provienen también de la armonía con la que vivió su infancia junto a sus hermanos. Por tanto, no puedo pensar otra cosa que no sea que no hay mayor grandeza, ni mayor solidez, ni cimientos que una infancia así. 



Besos y abrazos a tod@s.
María Aixa Sanz

martes, 10 de mayo de 2016

AL MENOS, CON LA PERSONA AMADA



«La vida  es una enfermedad terminal», así de contundente se muestra David Mitchell al respecto de esto a lo que llamamos vida y que ocupa nuestros días. Leí esa sentencia, pues a sentencia suena, y no pude no estar de acuerdo. Y como siempre, empezaron a asaltarme las preguntas: ¿Cuándo nos damos verdaderamente cuenta de ello? ¿Qué día tomamos conciencia de que esto no es para siempre? ¿En qué hora se da cuenta uno de que va encaminado a desaparecer? ¿Es el día en que se nos cae el primer diente, ―no me refiero al de leche―; o es el día en que nos miramos en el espejo y contemplamos nuestras canas, nuestros kilos de más; o es quizás, cuando empiezan a dolernos músculos que no sabíamos ni que teníamos; o es, tal vez cuando comprobamos que ciertas ganas se evaporan con facilidad y sin remordimiento alguno? Detengámonos pues, en ese día. En ese preciso momento. Sí, en el día, en el minuto, en que vemos que el cuerpo ha empezado a asumir desde hace tiempo todo lo que nosotros ni siquiera todavía nos hemos empezado a plantear. Ese día, ese instante, esa hora, ese minuto tenemos que tenerlo en nuestro haber no como el día en que la decadencia se ha apoderado de nosotros, sino al revés, ese instante es en el que deberíamos gritar: «Por fin, lo logré»; teniendo en cuenta que la vida es una enfermedad terminal. Y es que hacerse viejo es un logro. Aceptarlo y convivir con todo aquello que desde hace unos años ya no somos, también. Mirarte en el espejo y decirte: «Te soporto»; o incluso quizás: «Me gusta el hombre o la mujer, en el o en la, que te has convertido»; decirte eso, o ser consciente de ello, sin sentir la necesidad de burlar los años con trapitos, ni comportamientos, ni subterfugios que la mayoría de las veces resultan ser ridículos, es tener la cabeza bien amueblada. Porque cumplir años si algo de maravilloso tiene es que aniquila los fervores de la inexperiencia, y otorga una tranquilidad en la que es muy cómodo vivir. Entonces, ¿qué podemos demandar para vivir si no los mejores años de nuestra vida, si que los más maduros y tranquilos? Pues hacerlo, al menos, con la persona amada. Reír juntos y vivir juntos, hasta el punto y final. Y por supuesto, no hacerle mucho caso a la imagen que los espejos nos devuelven a partir de los cuarenta; pues ellos, ―los espejos―, no tienen ni puñetera idea de lo mucho que nos ha costado llegar hasta aquí.



Besos y abrazos a tod@s.
María Aixa Sanz

viernes, 6 de mayo de 2016

ROCCO SCHIAVONE


Cuando en  septiembre de 2014 la editorial Salamandra creó el sello Salamandra Black lo hizo con una idea que Anik Lapointe, ―su editora―, resumió con las siguientes palabras: «Black no se conformará con reclutar a personajes banales, sólo aceptará tipos inolvidables, de esos que te embarcan en viajes que aceleran el pulso y encogen el corazón.»  
¡Y vaya si lo ha hecho! 
Tipos como Roy Cady de ‘Galveston’, Bob Saginowski de ‘La entrega’, Sime Mackenzie de ‘Entry Island’, incluso aun siendo un secundario Jean-Guy Beauvoir de ‘Una revelación brutal’ y ‘Enterrad a los muertos’ han cumplido con la directriz marcada de inicio por la editorial, para deleite de los lectores. Pero entre todos ellos, sobresale, Rocco Schiavone de 'Pista negra', 'La costilla de Adán' y 'Una primavera de perros'. No sé si esto sucede porque su carácter mediterráneo se asemeja más al nuestro, por su sarcasmo, o por lo que encuentras en él una vez le has quitado las capas
Rocco Schiavone es un subjefe de policía; un tipo cínico, directo, de diálogo y carcajada fácil, astuto y testarudo, que a su vez también es un tipo capaz de encoger el corazón del lector y robárselo al mostrar su yo más profundo. De ahí su éxito.
La saga empieza con la novela ‘Pista negra’, un buen punto de partida pues coincide con el traslado de Rocco Schiavone desde Roma al valle de Aosta en los Alpes italianos. Algo que resulta ser todo un desafío para un romano no acostumbrado a lidiar ni con la gente de montaña, ni con la misma montaña, ni con el frío, ni con la nieve; aunque sí, con los fiambres salidos de la nada. A 'Pista Negra' le sigue 'La costilla de Adán' y el lector vuelve a encontrarse con más de lo mismo, es decir, se encuentra con mucho talento, mucho sarcasmo y mucha profundidad.
Ahora, en estos momentos, tengo en mis manos la tercera entrega, recién salida del horno: ‘Una primavera de perros’. Probablemente mientras vosotros estéis leyendo estas líneas, yo estaré leyéndola, puesto que a mí como a otros muchos lectores se me hace prácticamente imposible dejar de lado a este tipo duro, justiciero, inolvidable, sarcástico y arrollador, que se niega a quedarse en la superficie de las cosas y de las personas.

Así que..., si dudáis, no dudéis: Rocco Schiavone es mucho más de lo que a simple vista parece. 



Besos y abrazos a tod@s.
María Aixa Sanz

DOLCE FAR NIENTE


Esa dulzura perezosa en la que te envuelves algunos fines de semana o cuando puedes disfrutar de dos o tres días de asueto y te olvidas de agendas, de horarios, de obligaciones y no haces nada porque nada te apetece salvo el vaguear en su máxima expresión, el de sumergirse en una total indolencia, es a lo que los italianos llaman el DOLCE FAR NIENTE. Pocas cosas saben mejor después de una semana de locos, llegar al fin de semana y abocarse a dos días así. Evidentemente solo se puede disfrutar en todo su esplendor y a lo grande del DOLCE FAR NIENTE cuando se trabaja mucho. Hay que estar realmente exhausto para poder recrearse en esta forma de estar. Hay que tener la capacidad de dejarse llevar y dejar solo activa la parte derecha del cerebro, es decir, la que se ocupa del descanso, de la imaginación, de la creatividad y del disfrute; hay que dejar descansar la parte izquierda, esa parte tan lógica donde la inteligencia y el intelecto se adueñan de nuestro ser. Hay que facilitarle el camino a la parte derecha para que se imponga a la izquierda. Por unas horas hay que saber decir no a las imposiciones y a la culpabilidad, incluso a la responsabilidad. Ya que el DOLCE FAR NIENTE es necesario. El cuerpo tan sabio él, te lo pide; del mismo modo como te pide agua cuando tiene sed, chocolate cuando le falta luz, alimentos ricos en carbohidratos cuando tiene la serotonina baja. El cuerpo siempre se adelanta dos o más pasos a lo que no mucho más tarde desearemos y/o necesitaremos. Tenemos que ser conscientes de que al cuerpo hay que tomárselo en serio, él siempre sabe que es lo mejor para nosotros. Sabe de nuestras necesidades. Sabe antes que nosotros cuando algo nos agobia o al revés cuantas ganas tenemos de algo. Sabe cuando debemos parar para no estrellarnos, como también sabe cuando es conveniente un abrazo. Por ello, cuando el cuerpo requiere del DOLCE FAR NIENTE se le debe hacer caso, porque de ese no hacer absolutamente nada nuestro cuerpo y nuestra mente se alimentan y el DOLCE FAR NIENTE se transforma en energía que nos carga de fuerzas y nos hace brillar y estar plagados de colores cual ramo de flores. Es imposible tras haber disfrutado del DOLCE FAR NIENTE que una sonrisa no se dibuje en nuestro rostro, es imposible no sentirnos renacer. El DOLCE FAR NIENTE es vitamínico. Habitualmente, cuando a Alberto y a mí nos esperan unas semanas de mucho trajín o cuando regresamos de ellas, decidimos al unísono de forma silenciosa dedicar el fin de semana a holgazanear. Él y yo solos en el mundo, lejos de todo y de todos, sin redes sociales, sin teléfono, sin periódicos, sin noticias, sin agendas, ni relojes. Solos los dos abocados al DOLCE FAR NIENTE. Convirtiendo a esa dulzura perezosa en nuestra isla desierta, en nuestro paraíso particular y propio. 
Probadlo, os va a encantar. Os lo aseguro.


Besos y abrazos a tod@s. 
María Aixa Sanz

EL SABER NO OCUPA LUGAR


Es habitual para los que nos dedicamos a esto que se pongan en  contacto contigo estudiantes con la finalidad de hacerte una entrevista. Es raro que no caigan dos o tres entrevistas por año. Personalmente responder a preguntas de chavales me agrada porque en más de una ocasión alucinas. A continuación podéis leer la que he contestado esta semana para unos chavales de Valencia de 2º ESO y 13 años de edad.



Entrevista:

1- ¿Qué piensa de la situación política actual?
Estamos viviendo una época convulsa. Algo que viene dado por la información, por el trabajo que hacen los medios, que le da la oportunidad a la gente de no vivir en el ostracismo, en una opacidad total. La información es poder. Como más información tiene el pueblo más se pide a los políticos. Y a éstos no les queda otra que reinventarse y corregir su forma de hacer política. Aquello de: “Todo para el pueblo pero sin el pueblo” ha quedado atrás, y no les va a quedar otra que escuchar al pueblo y ponerse en sintonía con él. No mentirles, la gente ya no soporta la mentira. Y como en todo en la vida hay que buscar el equilibrio, centrarse, para ni caer en los populismos y brindis al sol, ni vivir de espaldas a la realidad, a los problemas reales de la gente. Hoy en día creo que la clase política está totalmente desnortada. Y para encontrar el norte no les va a quedar otra que poner los pies en el suelo y ponerse a trabajar para la gente; pero mucho me temo que para que eso sea así, para que la clase política llegue a comprender la magnitud de lo que está sucediendo tendrá que pasar mucho tiempo. Es obvio, llegar a la conclusión de que al menos para mí la situación política actual, es decir, la forma de hacer de los políticos de hoy me produce una desesperanza total.

2- ¿Cree usted que el futuro literario de nuestro país es convincente?
Claro que sí. El talento existe, y va a existir siempre. Y amigos míos hay tres cosas con las que nadie puede acabar, ni nadie puede acallar: el talento, el esfuerzo y la verdad. Esas tres cosas siempre salen a flote. Siempre salen a la luz.

3- De los libros que usted ha escrito, ¿Cuál es su favorito?
Eso es como preguntarle a una madre cuál de sus hijos es el favorito. Esta es una pregunta de difícil respuesta por no decir imposible. Cada novela tiene su importancia, su carácter, su punto. Todas son favoritas.

4- ¿Cuál es su libro favorito de otro autor?
ÁNGULO DE REPOSO de Wallace Stegner y LA EDAD DE LA INOCENCIA de Edith Wharton.

5- ¿Cuál es su autor favorito?
Paul Auster, sin ninguna duda.

6- ¿Cree que la literatura debería ser asignatura obligatoria en el colegio?
Sí, por supuesto. Pero poniendo la asignatura patas arriba, quiero decir, que no hay que obligar a leer ciertos libros que a ciertas edades no entran ni con calzador, ni hay que aprenderse de memoria la vida de los escritores, sino deberían hacer que cada uno amase la literatura por lo que encuentra en ella. Puesto que para cada una de las personas hay al menos un libro que está escrito adrede para ella, y en clase de literatura deberían dar los instrumentos necesarios para que la búsqueda entre libro y lector fuese una misión apasionante.

7- ¿Qué piensa de los dialectos?
Si como dialectos llamáis a otras lenguas como es la lengua valenciana. Solo puedo daros el consejo que me dio mi abuelo Miguel y que yo he seguido durante toda mi vida: «El saber no ocupa lugar». Como más lenguas sepáis, cuánto más sepáis de todo, más libres seréis. Así que tenéis que ser esponjas, aprended todo lo que podáis. Haceos amigos de la curiosidad, si algo os despierta la curiosidad tenéis que tirar del hilo y un hilo os llevara a otro y la vida se convertirá en algo emocionante.

8- ¿Cuándo le surgió el interés por la literatura?
Desde niña. Desde siempre. Desde que tengo uso de razón sé que quería ser contadora de historias. De niña ya escribía cuentos, y cuando iba a la biblioteca sabía que de mayor quería tener libros escritos por mí en las estanterías de las bibliotecas. Creo que nací contadora de historias. Como ya os he mencionado antes a mi abuelo, os vuelvo hablar de él, puedo deciros que él fomentó las ganas que había dentro de mí de ser escritora. Él me dio las alas para que siguiese mi sueño. Me apoyó desde niña. Él me invitaba a seguir escribiendo un cuento tras otro. Era la única persona que sabía que yo escribía. En estos años desde allá dónde esté me ha apoyado en cada una de mis novelas, y sé que está muy orgulloso de mí. Porque, al fin y al cabo, era el sueño de los dos.

9- ¿En qué se inspira para escribir sus libros?
Es algo que igual os puede resultar gracioso o surrealista. Me viene un título a la mente y desde el título escribo la novela. Por ejemplo, cuando escribí EL OLOR DEL SILENCIO, fue porque me pregunté un día a qué huele el silencio y tiré del hilo y salió una novela de 726 páginas. O con LA VIAJERA EN EL CAMINO, me vino el título a la cabeza y me pregunté: «¿Quién es?» Y conté su historia. Así con todas.

10- ¿Cuál es el premio que más le ha marcado como escritora?
El de los lectores. Saber que me lee mucha pero que mucha gente. El mayor premio para un novelista es que la gente busque tus novelas para leerlas. Te buscan para que les cuentes una historia, eso es fantástico. Que la gente te lea es el mayor premio. Luego todo lo que viene demás, pues es bien recibido.

11- ¿Qué opina de la literatura en la RED y de esta como soporte literario?
Pienso que todo soporte que haga que se unan las ganas es magnífico. Todo aquello que facilite que dos se encuentren; es decir, autor y lector, es algo grande. Si hay alguien que quiere contar una historia y otro que quiere leerla, el canal o soporte resulta ser lo de menos.

12- ¿Qué opina de la sustitución de los libros en papel por los libros digitales? 
No creo que se sustituyan. Nadie es enemigo de nadie. Creo que pueden convivir perfectamente. Cada persona tiene sus preferencias. Habrá unas que les guste más el libro de papel y otras los e-books. No hay que prohibir nada. Hay que dejar que cada uno llegue a la literatura por el medio que más le guste. Es como las películas hay quien prefiere ir al cine y hay quien prefiere ver las pelis en su casa. O como nadar, hay quien prefiere el mar y hay quien prefiere la piscina. Lo importante es ver la película, leer el libro, nadar; no desde dónde o por dónde. Lo importante son las ganas. ¡Qué nunca falten las ganas!
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Besos y abrazos a tod@s. 
María Aixa Sanz.

jueves, 5 de mayo de 2016

EL FRACASADO, EL VAGO Y EL ENVIDIOSO


El fracaso sólo existe cuando uno ha anunciado por activa y por pasiva qué hará con su vida, olvidando mientras tanto que la vida tiene su propio guión. Habitualmente quienes tienen la osadía de organizar su existencia por anticipado son personas que no tienen en cuenta para nada ni la cultura del mérito, ni la del esfuerzo, ni la del trabajo; sino más bien creen que todo les será dado por el arte del birlibirloque. Es igual de fácil construir castillos en el aire como que estos se caigan, lo difícil es que a quien ha planeado toda su vida le entre en la mollera que para conseguir algunas cosas en la vida uno tiene que arremangarse, que no puede quedarse de brazos cruzados, que tiene que trabajar mucho y sacrificar bastante. Seguramente todos los que estéis leyendo este artículo conocéis a alguien que hace quince o veinte años atrás os contó cómo sería su vida a fecha de hoy y hoy su vida nada tiene que ver a como la visualizó. Ahí está el fracaso y el fracasado. No hay más. Esa es la única forma que tiene el fracaso de manifestarse. No hay otras maneras de fracasar. Del mismo modo como de éxitos hay tantos y de tantos tamaños como personas hay en el mundo, de fracaso solo hay uno, el de quedarse sentado esperando verlas venir. El fracasado piensa siempre que es el elegido y que por alguna clase de suerte todo le será regalado sin trabajar y sin esforzarse. Escribiendo esto me doy cuenta de que el fracasado y el vago se parecen demasiado. He conocido algún vago y vaga en mí caminar y siempre han tenido un denominador en común: creen también que el éxito a los otros les llega por obra del Espíritu Santo. La similitud está ahí. ¿Verdad? Todo nos indica que el fracasado y el vago son la misma persona; y sí, ya sé lo que estáis pensando: de ellos nace siempre la envidia. La Real Academia Española define la envida como: «La tristeza airada o disgusto por el bien ajeno, cariño o estimación que otros disfrutan.» La envidia surge cuando uno se compara con otra persona y llega a la conclusión de que esa persona tiene algo que él anhela. Es decir, la envida le lleva a uno a poner el foco en sus carencias y en sus limitaciones, lo que le hace sentirse terriblemente desdichado. Por ello se sabe que el envidioso es incapaz de alegrarse de los logros y de la dicha ajena, puesto que los éxitos ajenos actúan como espejo donde el envidioso ve reflejadas sus propias frustraciones. Y reconocerlo es tan doloroso, que el envidioso necesita canalizar la insatisfacción juzgando, menospreciando y criticando a la persona que ha conseguido eso que él tanto envidia. Lo más sencillo para el envidioso, lo más fácil, y lo que menos esfuerzo le cuesta es tener esa actitud; en vez de admirar y aprender de las cualidades y las fortalezas que han permitido a otros alcanzar esos logros. No obstante, el envidioso sabe, ―muy a su pesar―, que la envidia destruye y la admiración construye, pero construir requiere esfuerzo y trabajo, y eso ya es harina de otro costal. Por tanto es fácil llegar a la conclusión que de la misma manera como el fracasado y el vago son la misma persona, el envidioso también. De modo que no os lleven a equívocos: el fracasado, el vago y el envidioso son la misma persona, nunca han sido tres. Y es fácil reconocerlos pues como el pez, mueren por la boca.


Besos y abrazos a tod@s. 
María Aixa Sanz

miércoles, 4 de mayo de 2016

ELLOS


Una, cuando es novelista vive permanentemente acompañada. Cada personaje que creas, sea protagonista o secundario, te sigue a todas partes pegado a tu piel. De manera que un día te das cuenta que nunca estás completamente sola y que allá adónde vas, ellos van contigo permaneciendo siempre a tu lado. Ellos habitan tu mundo de un modo natural, te siguen a todas partes en tropel, se asoman a tu cotidianidad e incluso son capaces de darte consejos o reírse de tus actos y pensamientos. Son la familia de papel que tú has parido, y como a toda familia se les quiere y se les soporta. Imposible vivir sin ellos puesto que conoces cómo piensan, cómo son, sabes de su lealtad y sabes que jamás te van a engañar. Tú les diste voz, cuerpo, alma, corazón, una personalidad totalmente definida y una historia que les hace ser para siempre ellos. Como escribió Jacques Bonnet en uno de sus ensayos: los personajes de las novelas son las únicas personas fiables que nos encontramos a lo largo de la vida pues conoces su modo de proceder desde principio a fin y siempre van a ser los mismos y a comportarse de las misma forma los dejes entrar en tu vida una o mil veces; algo que con las personas no ocurre. Bonnet calificaba a los personajes de novelas como personas reales y a las personas de la calle como personajes ficticios pues la información sobre éstas que un tercero puede poseer siempre está sesgada. Y bien, yo, que me siento feliz y afortunada de que pueblen mi vida estos maravillosos seres que yo misma he creado, estoy escribiendo este artículo puesto que quiero trasladar aquí una o dos preguntas que me hice un día hace mucho tiempo. Exactamente, cuando se hizo público que Gabriel García Márquez sufría alzhéimer. Aquel día me pregunté si en ese submundo al que van a parar las personas que padecen esa terrible enfermedad; él estaría acompañado en ese lugar por los personajes que había creado hasta confundirlos con amigos y parientes. Me pregunté si el alzhéimer en un escritor convierte de una vez por todas en personas de carne y hueso a los personajes que creó en su día. Evidentemente mis preguntas no hallaron respuesta, ni la van a hallar. Nadie sabe qué ocurre detrás del espejo una vez cruzado, pero la duda vive en mí desde entonces y me reconforta pensar que cuando Gabriel García Márquez cruzó el espejo, como otros muchos lo han cruzado; ellos, ―sus personajes―, resultaron ser allí también su mejor compañía.


Besos y abrazos a tod@s. 
María Aixa Sanz.

martes, 3 de mayo de 2016

OBJETOS


Los objetos  nos hablan. Es posar la vista sobre un objeto y contarnos toda una historia. Los objetos nos trasladan en el tiempo como pequeñas naves espaciales. Con un objeto y sin más equipaje, ni siquiera con billete, volamos y aterrizamos en un lugar en concreto, en una fecha determinada con su día y su hora, en un estado de ánimo. Con los objetos regresamos a nuestro pasado. En ellos vemos a personas que todavía están a nuestro lado, como también a las que ya no están. Los objetos atrapan para siempre los momentos fugaces, convirtiéndolos en perdurables. Tanto perduran que nos sobreviven. Los objetos forman un mapa de nuestra vida. Sostienes un objeto en la mano y sonríes o lloras o le das un beso. En ese momento estás recordando. No sé si seriamos capaces de recordar tanto y tan bien sin ellos. ¿Cuántos instantes caerían en el total olvido sin ellos, en esa nebulosa donde el ayer se esconde? Posiblemente todos. A más viejos más trastos pueblan nuestras estanterías, nuestros salones, nuestras mesillas de noche, nuestros escritorios. A más viejos más momentos para recordar. Ellos, los objetos, son los testigos de nuestra existencia. Son los testigos de que una vez estuvimos, de que una vez amamos, de que una vez soñamos, de que una vez reímos, de que una vez pusimos los pies en un preciso lugar. A ojos extraños pueden parecer sólo cachivaches de pobre valor que ni un ladrón se molestaría en llevarse. Pero para cada uno de nosotros no lo son, sino que al revés: los objetos son nuestros tesoros. Y poseen el mismo valor que para el pirata posee los que encuentra en un pecio hundido hace mucho, puesto que todos juntos forman una historia que en definitiva es la nuestra. Sin ellos no existiríamos.


Besos y abrazos a tod@s. 
María Aixa Sanz

lunes, 2 de mayo de 2016

LIBROS ILUSTRADOS




El lector español ha tenido siempre al libro ilustrado como el cuento infantil que ha poblado la infancia de más de uno. A ninguno se nos había pasado por la cabeza que el libro ilustrado formaría parte de nuestra vida adulta con historias para adultos, en cambio así es. Para que eso fuese de ese modo en 2006 el joven editor Diego Moreno con su Nórdica Libros tuvo que ingeniárselas para hacer de un formato de libro inexistente, ―el de libros ilustrados para adultos―, un capricho y que del capricho surgiese la necesidad. El lector actual, el de 2016, no se imagina ya una vida sin historias ilustradas expresamente para él. De la misma manera y en el mismo momento en que Diego Moreno dio forma a un deseo, a una carencia que los lectores tenían y no sabían; dio otra salida al enorme talento de los ilustradores españoles. Con él, a los ilustradores españoles el público español, o sea, sus paisanos, empezaron a tomárselos en serio. Dejaron de ser simples dibujantes de muñecos para cuentos de niños para ser artistas, cuando en realidad ellos eran los mismos seres llenos de talento y pasión por un oficio. De tal manera que hoy en día se ansía tanto tener un libro firmado por su autor como por su ilustrador. Ellos, todo ese gremio de magníficos ilustradores están acompañando con su arte a una gran cantidad de historias que habían caído en el olvido tanto de los editores como de los lectores. Ellos con su talento hacen cada día que todas esas historias que estaban esperando en las estanterías se nos hayan tornado tremendamente apetecibles, siendo en algunos casos incluso secundarias. Pues a este ritmo las historias pasaran a ser la excusa perfecta para tener cuantos más libros ilustrados mejor. Escoger a un ilustrador en concreto para el lector es tarea ardua, ya que cada uno tiene su estilo, su forma de hacer, su modo de interpretar un argumento, convirtiendo cada título en suyo y en único. Ahora bien, escoger a la editorial que mejor se le da el unir historias con ilustradores y crear libros-joya es fácil, solo hay una que siempre logra sobresalir y ella es Nórdica Libros. Puede ser osado pensar que sin Diego Moreno el libro ilustrado para adultos en España no existiría, puede ser osado pensarlo, e incluso arriesgado decirlo en voz alta. Pero como creo que es una gran verdad; y al César, lo que es del César: me atrevo a decir que si el libro ilustrado ahora mismo está donde está es gracias a Diego Moreno; y le pese a quien le pese, gracias a él, siempre habrá un antes y un después en la historia de los libros ilustrados en España.
Si todavía no conocéis la colección, debéis hacerlo; y si la conocéis probablemente compartiréis mi opinión, pues cada libro ilustrado que publica Nórdica Libros es una tentación en la que es difícil no caer.
Mi consejo:
¡Caed, amigos míos, pues no os arrepentiréis! Además es la forma más asequible, fantástica y contundente de que el pueblo invierta en arte, y conceda su lugar al muchísimo talento que día tras día recorre nuestras calles.


Besos y abrazos a tod@s. 
María Aixa Sanz