«Allí era donde compraban
las hamburguesas y
las Coca-Colas antes de conducir hacia el norte
por los
caminos de tierra sin nombre, hacia las llanuras abiertas,
los dos solos a esa
hora del día en que el cielo
empieza a hacerse más profundo y a llenarse
de
color y empiezan a verse las primeras estrellas,
cuando los pájaros vuelan de
regreso a su hogar.»
―Kent Haruf―
El hombre que vale un universo la pena es el hombre de sentimientos profundos, el hombre que escribe
amor en mayúsculas. El hombre que vale un universo la pena no vacila cuándo
está con la mujer a la que ama, es faro, guía, norte y tótem. El hombre que
vale un universo la pena es el hombre que teje complicidades contigo, que
sucumbe a tus caprichos con una sonrisa y que arranca su camioneta y emprende un viaje a tu lado, en silencio él
y tú cantando por la bajini mientras contemplas su belleza serena; un viaje
juntos, ―solo para dos―, metáfora de la vida, cuyo objetivo y destino siempre
es el mismísimo horizonte. El hombre que vale un universo la pena es aquel en
el que retreparse en él no solo es una postura sino también es una manera de
vivir, pues retreparte en él, te da la magnitud y la medida de tus días; te
alivia como llorar bajo la ducha, o como cuando todo va mal y alguien te dice
que todo irá bien, o como cuando miras el firmamento y te enamoras de la luna.
El hombre que vale un universo la pena es el que te hace reír en el momento
apropiado y el que te toma en serio cuando tú más lo necesitas. El hombre que
vale un universo la pena siempre es el que cuando te mira a los ojos está
escribiendo vuestra historia con prosa que sabe a poesía. El hombre que vale un
universo la pena es al que tienes ganas de abrazarte al final de la jornada
para saber que todo está bien, puesto que retrepada en él, como una buganvilla
se retrepa en una pared y la escala, alcanzas la luz de los días. El
hombre que vale un universo la pena también es ese para el que tú eres su
certeza y su calma. Compañera de aventuras y amiga. Amante y confidente. Es
quien borra en tu cuerpo sus nostalgias y planea el futuro en tus ojos. Es el
hacedor de tus sueños, tu particular inventor de sorpresas, el conseguidor de
realidades, es el que te ama al pie de la letra. El hombre que vale un universo
la pena es ese con el que te has dado cuenta de que a su lado no tienes
necesidad de nada más, es ese con quien has aprendido a quedarte. Pero
básicamente es el hombre con el que compartes la definición más exacta del
amor, es decir: creer en algo que nadie más ve salvo vosotros dos. Y es, obviamente, con aquel que estás dispuesta a bailar un baile lento
que te empape el alma durante una década, dos o tres, o lo que es lo mismo: una
vida entera.
Besos y abrazos a tod@s.
María Aixa Sanz