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viernes, 8 de enero de 2021

GABINETE DE CURIOSIDADES ~ Epistolario del 21 ✒📮


Querida Laura T:

La Madriguera significa cobijo, hogar, amor, cocina, repostería, lealtad y serenidad. Es un lugar reconfortante, armónico y acogedor donde se habita lo natural y lo literario a partes iguales. Para mí viene ser a lo gigante: cuarto de maravillas o gabinete de curiosidades donde con regocijo se disfrutan, no sólo se poseen y admiran, tan distintos objetos de procedencias dispares a cada cual con su historia particular y propia. Hay algo muy centroeuropeo en ello y donde otros solamente constatan trastos, nosotros atesoramos la colección de nuestra vida, a través de enseres de todo tipo en los que lo evidente es el denominador común. A años luz de toda línea conceptual y a modo de batiburrillo, lejos de una decoración neutra y aburrida los gabinetes de curiosidades son ricos en colores, matices y formas lo cual a mí me conduce directamente a la existencia viva. Y si bien Alberto es más austero en elementos que yo, a fecha de hoy, está acostumbrado ya a vivir con los cinco sentidos en La Madriguera. Trasladándose a su alma noble y recia los colores alpinos que nacen en mí como algo original. Entonces no es casual pues que la noche anterior instalados en nuestro refugio verde, apenada yo porque este enero será un enero sin Davos y sin montaña mágica y no podré contemplarlo con la noche azul cobalto a sus espaldas ni a él ni a su belleza masculina, serena y vital, que me abrace divertido como es, y me atraiga hasta sí y me invite a ver en el hueco de su cuerpo y en su abrazo la película: ‘The Grand Budapest Hotel’ para mi contentamiento; y yo sé en esa hora, como en otras miles, que siempre va a cuidar de mí, que siempre vamos a cuidar el uno del otro. Porque ambos no concebimos una felicidad mayor que la felicidad del otro. Y a la mañana siguiente, una al caminar y levantar los ojos al cielo, mientras la nieve le cubre el rostro, sabe que en ella reside la montaña mágica porque él, Alberto, le dijo una vez que las montañas sin ella nunca podrán ser mágicas y desde ese instante,  día tras día, noche tras noche se lo demuestra, se lo hace saber. Siente la dicha en cada centímetro de su cuerpo porque el hombre al que ama y que la ama y que viste de poesía su corazón ha construido mano a mano junto a ella esa Madriguera: cobijo, cuarto de maravillas, gabinete de curiosidades. Y mientras en el exterior la nieve con su baile etéreo se desliza, ella en el interior habita su existencia de naturaleza curiosa recogiendo en cajas la Navidad, diseñando un futuro mejor para la vacía estantería antigua de hierro forjado a la que sabe que le debe otra oportunidad, mientras escucha algún que otro podcast; guardándose para sí hasta que él regrese de grabar y contar las ganas locas de colgarse de su cuello porque cada día está más guapo y elegante y le resulta a los ojos y a los sentidos turbador y definitivo, (hoy mismo por ejemplo con esa camisa y esa chaqueta marino que se acopla a su cuerpo como un guante cuando se quita el abrigo negro de esquimal con el que está sencillamente espectacular); se reserva para sí hasta reencontrarse a la tarde con sus ojos, el ansia imperiosa de rodearlo a todo rato, de que la seducción con él no acabe nunca; amaga dentro de sí hasta tener a tiro sus labios los besos fruto de la certeza instintiva con la que un día decidieron cogerse de la mano para siempre y no soltarse jamás.

Este sería el retrato de La Madriguera, a grandes rasgos, por el que me preguntas querida Laura T. 

Luz e ilusión. 

María Aixa Sanz 

(La Madriguera,  8 de Enero de 2021 ) 


P. D. Te adjunto para tu interés el enlace del podcast que estaba escuchando: https://www.gabinetepodcast.com/episodiodos