«Hoy es uno de esos
excelentes días de enero parcialmente nublados en los que la luz escoge una
inesperada parte del paisaje para adornarla de oro y luego las sombras lo
barren. Sabes que estás viva. Das grandes zancadas intentando sentir la
curvatura del planeta bajo tus pies. Kazantzakis cuenta que de joven tenía un
canario y un globo terráqueo. Cuando soltaba al canario, se posaba en el globo
y se ponía a cantar. Durante toda su vida, mientras recorría el mundo, sintió
como si llevara sobre la mente un canario cantando.»
[#lecturasquesuman: Libros 12, es decir, aquellos en los que descubres cómo la vida palpita en cada página.]