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jueves, 9 de febrero de 2017

A LA INTEMPERIE



«Dejaba atrás los colores lenteja, azafrán, beis. Una sórdida y oscura mortaja cubría los primeros barrios periféricos, hasta que el día lanoso se despejó y las vallas publicitarias, las fábricas, el canal con sus barcazas, los huertos con árboles de troncos blancos, el ganado y los sauces y los campos llanos y verdes emergieron misteriosamente, atrapados en una transparencia de muselina empapada de azulete. La materia amorfa del cielo empezó a acolcharse para luego abrirse y deshilacharse; un fantasma azul respiraba aquí y allá por las vaporosas fisuras, y el aire estaba impregnado de una esencia luminosa procedente de los rayos delicados e indirectos del sol, aún invisible. Haría bueno.»


[#lecturasquesuman: Novelas de 12, es decir, las que te invitan a subrayarlas con un lápiz.]