NORMAS DE CORTESÍA del
bostoniano Amor Towles es una de las novelas preferidas de Alberto. Fue él
quien me la dio a conocer y me gustó lo suficiente para releerla y tenerla
también entre mis favoritas. Entre las muchísimas cosas que compartimos como
pareja una es el cariño por esta novela. Nos parece una obra impecable, en la
que hemos recaído varias veces. Formando parte ya de nuestro tejido, es decir,
del tejido de las millones de pequeñas cosas y complicidades de las que están
hechas las parejas, de ese mundo tan privado y exclusivo, sólo reconocible por
los dos que lo forman. En NORMAS DE CORTESÍA hay algo más allá de la novela en sí que nos
fascina, y es el hecho de cómo el autor plasma la forma tan concreta de encarar
la vida que tiene la protagonista, donde no cabe la traición a sí misma. Eso
nos cautivo a los dos.
Katey Kontent, ―la protagonista de la novela―,
es una mujer neoyorkina de clase obrera que intenta ascender o vivir mejor de
lo que el destino le deparaba de cuna. La resolución de Katey Kontent; su pragmatismo; lo fascinante
de su manera de ser; las descripciones del Manhattan de finales de los años
treinta; su amor por la lectura; y el ritmo, encuentros y desencuentros que
pueblan la novela entre barrios obreros, jazz, glamour, hoteles, chóferes con
levita, y unas ciertas ganas de vivir locas, como si cada día fuese el último,
como si nada importase demasiado, hacen creedme de NORMAS DE CORTESÍA una
novela exquisita.
Ahora he pensado en traerla a SOME VELVET MORNING, como
recomendación por si ya estáis elaborando la lista de libros a leer este
verano. Os dejo aquí el enlace a las primeras
páginas de la novela, que también podéis
encontrar en edición de bolsillo. Si decidís leerla, espero que os guste
tanto como a nosotros.
Besos y
abrazos a tod@s.
María
Aixa Sanz