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lunes, 22 de noviembre de 2021

22 de Noviembre ~ Diario natural 🌳🍃🍀🌾


Me aflojo los cordones de las botas y con la espalda apoyada en una roca (a la que el sol de noviembre calienta cada mañana) saco el teléfono del bolsillo del anorak rojo, y busco una página en blanco sobre la que escribir. En ella escribo lo que en la tarde del cuarto lunes de noviembre transcribiré en el diario natural, puesto que hoy es jueves, y el lunes quince, existe mentalmente esbozado. He amanecido con la energía a tope, ganas de camino, naturaleza, literatura y vida viva. No ha sido una sorpresa sentir la necesidad urgente de detenerme a escribir en mitad del camino y en plena naturaleza, sino más bien todo lo contrario, lo presentía. Escribir es la experiencia más hermosa del mundo cuando las palabras brotan solas sin saber de dónde llegan, cuando te sabes el medio para que la historia sea narrada. Ahí, cuando nada se fuerza, es cuando el oficio de contador de historias te muestra que él te eligió a ti, y no al revés. Hoy, es el día antes de mi cumpleaños, es el día en que me celebro a mí misma, es la última jornada del año que en esta fecha acaba. Estoy radiante, me sé feliz en la vida de fe y esplendor que he logrado. Noviembre está siendo un mes potente que me va dejando dádivas en los márgenes del camino en forma de recompensas, emociones y libertad. Estoy agradecida (a más no poder) por la bendición que ha sido ser lo suficientemente avispada para convertir un hecho descorazonador, como es un accidente, en una verdadera experiencia de crecimiento personal y fortaleza. Soy consciente de que sin fe, sin las oraciones, sin la Biblia, sin mi Dios no habría podido. Haber aprovechado cada una de las bondades que Dios me ha ido ofreciendo me llena de dicha; como de orgullo, haberme apoyado en él para transformar en positivo lo que a todas luces no lo era. A resultas, mi existencia en la actualidad es mejor que la de antes, y yo me percibo como distinta, y desde la serenidad también una persona mucho mejor, más auténtica y más madura. Cantan los pájaros su canción de media mañana, la luz me ciega, me asombra lo mucho que echaba de menos el invierno, lo intuía, pero desconocía hasta qué punto. Leí en uno de los diarios de May Sarton que los pájaros nunca sienten lástima de sí mismos. Esa es una lección que deberíamos aprender los humanos. Hay tantas lecciones esperándonos a la vuelta de la esquina cuando nacemos, que pensarlo produce vértigo. Contemplas a un bebé y atisbas la magnitud de un lienzo en blanco. Estoy escribiendo como si bailase con las palabras. Ellas me llevan. Los pensamientos vagabundos encuentran su acomodo en un discurso sin hechuras de texto. Se sienten libres a través de mí. Voy transformándolos en emoción mediante una hilera de símbolos negros sobre un fondo luminoso y blanco. No sé si llega a todos, probablemente sí, la hora en que todo cambia definitivamente cuando se te da a conocer que lo verdaderamente importante eres tú. Entonces (cuando llega) comprendes cómo facilita la existencia el continuo diálogo con el Dios de nuestra conciencia, con esa voz interna que te acompaña y te explica qué está bien y qué no lo está. Transcurren unos treinta minutos. O puede que menos, o más. El sol se desliza sobre la roca. La sombra me enfría. El frío se mete en los huesos, avisa. Es la hora de anudar de nuevo los cordones de las botas, guardar la página escrita y seguir con el día. Sonrío al recordar (de pronto) que hoy debo desenvolver mi regalo del último día del año. No está mal esto de celebrar un precumpleaños. De hecho, es fantástico. Dando por alcanzado mi notable (a las diez y media de la mañana) me levanto al encuentro del alto del notable, y mientras pongo un pie tras otro, y avanzo en paz conmigo misma en dirección a La Madriguera, recito mi mantra: “Orgullo, esfuerzo, mérito, olvido".


María Aixa Sanz 

(La Madriguera, 22 de Noviembre de 2021 ) 


* En la fotografía: precioso mantel, servilletas y camino de mesa confeccionados en lino, con estampación colorida de pájaros y naturaleza. Símbolo de la vida viva. Autoregalo del día 11.