Canadá es uno de esos
países que como más conoces más debilidad sientes por ellos. Lo mío y Alberto
por Canadá es auténtica debilidad. En Canadá tiras de un hilo y una cosa te
lleva a la otra, en un no parar. Explorar el país y conocer su historia se
convierte en algo apasionante que a todas luces está lejos de tener fin,
cuestión ésa, ―la de no acabarse, la de no tener fin―, que a nosotros nos
fascina. Canadá tiene infinitas historias por contar para una viajera y
contadora de historias como yo. Y en este momento traigo a SOME VELVET MORNING
de las tantísimas historias que cada día me aporta esta aventura, algo muy
concreto y que es el descubrimiento del archivo fotográfico de Canadá. En él
hemos hallado auténticas maravillas. Tesoros que han hecho deleitarse al
fotógrafo y a la contadora de historias. Al fotógrafo por todo lo que supone
encontrarse con una cantidad de magníficas fotografías que retratan no ya otras épocas,
sino también muestran la agudeza de aquellos que las realizaron, que supieron captar
al disparar la cámara momentos únicos en los cuales la persona estaba muy por
encima del entorno; en cuanto, a la contadora de historias delante de ese
material no puede, ni pude, ni puedo, ni podré dejar de maravillarme ante las preguntas
que me asaltan: ¿Qué anhelos, ilusiones, decepciones hay detrás de esos
rostros? ¿Cuánta esperanza y lucha había en la construcción del Nuevo Mundo?
¿Cuántas ganas?
Adquirimos unas
copias para llevárnoslas con nosotros y aquí reproduzco un par para que os
hagáis una idea. No sé si a vosotros al verlas también os asaltara la pregunta
que al directo y certero ojo del fotógrafo y a la apasionada contadora de
historias les asaltó desde un primer momento: «¿Quiénes eran?»
La primera
fotografía que a mí personalmente me parece colosal, como de una rotunda
sinceridad me parece la segunda, data de 1897 y está realizada en una estación
de la Canadian Pacific Railway en la
Columbia Británica. Y la segunda fotografía data de 1890 y está hecha en
Vancouver. He escogido fotografías de la Columbia Británica porque justamente
es la parte de Canadá en la que ahora nos encontramos.
Espero que os gusten
tanto como a nosotros.
Besos y abrazos a
tod@s.
María Aixa Sanz