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lunes, 11 de noviembre de 2024

LOS BUENOS. Historia n° 1 ~ 1



TODO COMIENZA lijando la cajonera. Bueno, no exactamente. En realidad comienza unas noches antes. Cuando la pequeña Six (mientras abre la cama y se mete debajo del edredón) advierte a sus hermanos de que lo correcto es hacer algo al respecto. Concretamente les dice: “Lo correcto sería hacer algo. No quedarnos aquí repantingados. Deberíamos hacer algo como modo de mostrar nuestro agradecimiento”. Colin (el mediano de los hermanos) la mira en primera instancia aturdido, tumbado en la cama a punto de quedarse profundamente dormido; para a continuación, al tomar conciencia de las palabras de Six, mirarla detenidamente, de hito a hito, presa de un interés súbito y creciente. Pues Colin es uno de esos seres que siempre está dispuesto a todo y disponible para todo, y más, si presiente que se trata de emprender un tipo nuevo de aventura. Es todo oídos y voluntad ante cualquier propuesta. Por su parte, Ryan (el mayor de los tres) que está alejado de los otros (no tanto física como mentalmente) sentado en su pupitre acabando una redacción sobre su última lectura antes de acostarse, se vuelve al reparar en que el silencio en el que estaba sumergida la buhardilla se ha roto. “¿De que estás hablando Six?”, le pregunta Ryan a su hermana. No sabe si ha oído bien, porque ciertamente le ha dado la impresión de haber escuchado unas palabras de alguien mucho más adulto. “Sí, ¿de qué estás hablando?”, subraya Colin, que al estar situado en mitad del campo de visión de los otros dos, le parece estar asistiendo a un partido de tenis. “¡Válgame el Señor! ¿No lo sabéis? ¿Ni siquiera habéis pensado en ello? Está clarísimo” , les responde Six con una teatralizada indignación. “No. No lo sabemos “, contestan los otros dos al unísono desconcertados. “A ver chicos, ¿qué fecha es?”, les pregunta Six sentándose en la cama. “Estamos a once de noviembre. A  mediados de mes”, responde Ryan. “¿Y qué significa que estemos casi a mitad de noviembre, a qué nos conduce?”, dice Six, empujándoles a pensar por sí solos, mientras realiza con los brazos y las manos aspavientos del que no se acaba de creer lo que está presenciando. “¡¿Qué?!”, le preguntan los otros, mirándose entre ellos, sintiéndose idiotas, pensando en qué momento su hermana ha crecido tanto para interpelarles de ese modo. “Pues que va a ser en unas semanas Navidad, y deberíamos mostrarle a la casa, nuestra casa ahora; y a nuestra nueva familia: agradecimiento. Deberíamos hacer algo. Aportar algo en Navidad y a la propia Navidad más allá de nuestra presencia. Deberíamos dar, no sólo recibir “, les explica Six, dejándolos atónitos y bobos. Jamás de los jamases, Ryan y Colin, se han sentido tan bobos. “¡Por Dios!, Six, ¿no habrás imaginado que hemos olvidado la Navidad? No seas ridícula. Es absurdo pensarlo, con lo que significa para nosotros. Si  crees que no nos acordamos de ella, te equivocas de extremo a extremo. Al menos, conmigo. Te diré más: estoy ideando un calendario de Adviento muy distinto a lo conocido, un calendario de chistes. Veinticuatro chistes, uno para cada día. Pero lo mantenía en secreto, porque era una sorpresa ”, le indica Colin, visiblemente molesto. “Lo que pasa es que todavía es pronto”, añade Ryan, asombrado por la ocurrencia de Colin, aguantándose la risa, sentándose a los pies de la cama de su hermana (toda rosa y roja, abochornada, aguantándose las lágrimas, como consecuencia de las palabras de Colin) excusándose de algún modo, sintiéndose culpable por no haber puesto (él, sí) suficiente atención al calendario. “¿Sabes qué ocurre Six? Seguro que a ti también te ha pasado: son tan agradables y bonitos nuestros días y nuestras noches aquí, en Joly Nice House, que el tiempo vuela”, le confiesa Ryan, y Colin asiente con la cabeza y apuntala la reflexión de su hermano con un: “Ciertamente, Ryan”. “Sí, a mí también me ocurre. Estáis disculpados”, les contesta modestamente Six, ruborizada en su interior puesto que es consciente de que ella la tiene en mente sólo desde hace dos días, cuando ayudó a Beatrice (la cocinera) a escribir la lista de los ingredientes de los dulces de Navidad que se han de encargar con semanas de antelación para que no falte ninguno llegado el momento. “Bien, ¿y qué tienes en mente pequeña?”, le pregunta Ryan, mientras le intenta provocar cosquillas en los pies a través del edredón. “Sí, qué tienes en mente Six, pues muy buena es tu idea hermanita. No sé qué haríamos sin ti", le dice Colin en tono conciliador. Verdaderamente, no soporta ver triste a Six. Le parece inaguantable. Lo más insoportable del planeta. Y Six sonríe en la noche, ante los ojos de sus hermanos, sintiéndose reinar en sus jóvenes corazones. 



LOS BUENOS. Historia n° 1 

(Los buenos: doce historias en construcción.)

© MARÍA AIXA SANZ, 2024 



** Acabas de leer en línea: la primera entrega de la primera historia de LOS BUENOS, continuación de LOS DESPOSEÍDOS. Las entregas se publicarán los lunes, miércoles y viernes del mes en curso hasta completar el total de la historia. 

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