De nuevo (aquí) en Some Velvet Morning. En este espacio de escritura reflexiva, sincera y cercana que desde 2016 tantas satisfacciones me proporciona y donde tantas horas gustosas paso. Regreso tras cinco meses de ausencia (justificada y aprovechada) con el proyecto LOS INQUIETOS debajo del brazo.
En enero del presente pensé acertadamente en escribir una narración adrede para Some Velvet Morning. Alejándome de esta manera de los diarios, de los escritos sobre naturaleza y del discurrir cotidiano. Creando exprofeso una obra de ficción para publicarla en línea y por entregas. Y aquí está. Aquí estamos. En el punto de dárosla a conocer. Con el deseo de que la disfrutéis y os acompañe.
Iré publicándola en (30) entregas cada lunes, miércoles y viernes durante varios meses. Se trata de una novela corta de poco más de 32.000 palabras. El lunes 29 de mayo publicaré la primera entrega.
Y, ahora, si me lo permitís voy a hablaros de la novela LOS INQUIETOS. Lo primero que tuve claro fue el título. Con él me refiero a todas esas personas inquietas (como es mi caso) que su día a día está poblado de distintos intereses, curiosidades, inquietudes, actividades y que más allá de la edad que tengan, no paran quietos, con tal de aprender y sentirse plenos.
Lo segundo, fue la imagen con la que comienza la novela. Durante el mes de enero en reiteradas ocasiones a mi mente acudió (sin venir a cuento) la imagen de un hombre descorriendo la cortina de su salón de estar y mirando afuera al exterior. Al llegar febrero le pregunté quién era, tiré del hilo y decidí contar su historia. Ese hombre es Neville. Comencé a escribir su historia el cinco de febrero y la terminé el quince de mayo. Pasando dos horas cada tarde en ella.
Neville acaba de jubilarse, tiene sus días perfectamente planificados. Sus jornadas transcurren plácidamente alrededor de una serie de tareas que conforman su rutina diaria. Esto es así hasta que el Universo decide que los días de paz y sosiego para Neville han terminado. Entonces lo aboca para su desesperación a toda una suerte de peripecias (ahí surge la comedia de enredos) con vecinos, desconocidos, viejos conocidos, antiguos amores y demás. Se verá, sin comerlo ni beberlo, en la tesitura de tener que resolver (cual héroe de andar por casa) distintas encrucijadas (una tras otra) o hacerse el longui. ¿Pero está en el carácter y en la forma de ser de Neville pasar de puntillas por los problemas que encuentra en su camino? ¿Es de los que prefieren mirar hacia otro lado o involucrarse?
He buscado que LOS INQUIETOS se sustentase en la risa, en la comicidad que provocan ciertos pasajes, en la profunda reflexión sobre lo que en realidad significa vivir e ir envejeciendo, y en el romanticismo y la pasión que apuntala a toda gran historia de amor. He querido plasmar en negro sobre blanco una dosis del teatro de la vida que todos protagonizamos y apostar por la sonrisa, la risa y la alegría. Mi idea siempre ha sido que LOS INQUIETOS fuese una novela feliz, de feliz lectura. ¿Lo habré logrado?
Ya me diréis. Podéis escribirme (si lo estimáis oportuno) a aixasanz.maria@gmail.com
María Aixa Sanz
P. D. (Recordad: lunes 29 de mayo, a las 22:00 horas, primera entrega de un total de treinta.)